Desde el principio, Dios nos habló de Su amor y de Su deseo de estar con nosotros. Él nos creó para tener una relación íntima con nosotros, y nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir una vida abundante.
A veces, la vida puede ser difícil y parece que estamos luchando por nuestras propias fuerzas. Es en estos momentos cuando necesitamos acordarnos de que Dios está con nosotros y que Él es nuestro Salvador. Él es más fuerte que nuestras fuerzas y puede llevarnos a través de cualquier situación.
Confiar en Dios y permitir que Él nos guíe es la mejor manera de vivir. Aunque nuestras fuerzas pueden terminar, Dios nunca nos dejará ni nos abandonará. Con Él, siempre podemos superar cualquier obstáculo.
Donde terminan mis fuerzas comienzan las de Dios versículo
«¿Dónde terminan mis fuerzas, comienzan las de Dios?» Esta pregunta nos lleva a considerar la realidad de que Dios es todopoderoso y nosotros somos débiles. A menudo, en nuestra humanidad, nos esforzamos por hacer las cosas por nuestra cuenta y nos esforzamos por controlar las situaciones. Sin embargo, hay momentos en los que nos damos cuenta de que no podemos hacerlo todo. Necesitamos dejar de luchar y darnos cuenta de que Dios es el único que puede controlar todo. Debemos orar y buscar su guía. Él es el único que puede darnos las fuerzas que necesitamos para seguir adelante. Debemos dejar de luchar y dejar que Dios nos lleve a la victoria.
Que Dios sea tu fuerza y fortaleza
Salmos 46:1-3 dice: «Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, un socorro siempre presente en las tribulaciones. Por eso no tememos, aunque la tierra se estremezca y los montes se derrumben en el corazón del mar. Aunque las aguas rugientes y amenazadoras se alcen y traten de anegar la ciudad, aunque caigan sobre ella torrentes de lluvia y un muro de agua descienda con furia.»
Isaías 40:29-31 dice: «El escudo de aquel que cree en el Señor es el espíritu de Dios, el cual lo protege. No temeremos ni tendremos miedo, aunque se alcen contra nosotros montañas y collados. Aunque la tierra se estremezca y los mares se alboroten y se agiten sus olas, sabemos que Dios está con nosotros. El que nos creó nos dará la fuerza necesaria para vencer.»
Josué 1:9 dice: «No te dejaré ni te abandonaré. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios estará contigo dondequiera que vayas.”
Deuteronomio 31:6 dice: «¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios tu Señor estará contigo dondequiera que vayas.”
2 Timoteo 1:7 dice: «Porque Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.»
El salmista señala que Dios es nuestro refugio, nuestra fuerza y socorro, y que debemos confiar en él. También dice que Dios nos dará la fuerza necesaria para vencer. Por lo tanto, no debemos temer, ni tener miedo, sino ser fuertes y valientes.
Cuándo siento desmayar Biblia
La Biblia no dice exactamente cuándo debemos sentirnos desmayar, pero hay algunos versículos que nos pueden dar una idea de lo que Dios piensa al respecto. Por ejemplo, en Mateo 5:41, Jesús dice: «Al que te obligare a ir una milla, ve con él dos». Esto nos muestra que debemos estar dispuestos a hacer lo que se nos pida, incluso si no estamos de acuerdo o si nos resulta difícil. Así que si sentimos que estamos a punto de desmayar, es posible que Dios esté pidiéndonos que sigamos adelante y hagamos lo que nos pide, aunque nos resulte difícil.
También en 1 Juan 5:3, leemos: «Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos». Esto nos muestra que Dios no nos pide que hagamos algo que no podamos hacer, sino que nos da la gracia y el amor necesarios para cumplir con lo que nos pide. Así que si sentimos que estamos a punto de desmayar, quizá Dios nos esté diciendo que podemos confiar en Él y que nos ayudará a llevar a cabo lo que nos pide.
En Filipenses 4:13, leemos: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Esto nos muestra que, con la ayuda de Cristo, podemos hacer todo lo que se nos pida. Así que si sentimos que estamos a punto de desmayar, es posible que Dios nos esté diciendo que Él nos dará la fuerza y el poder necesarios para hacer lo que nos pide.
En resumen, la Biblia no nos dice exactamente cuándo debemos sentirnos desmayar, pero nos da algunos versículos que nos ayudan a entender lo que Dios piensa al respecto. Debemos estar dispuestos a hacer lo que se nos pida, incluso si no estamos de acuerdo o si nos resulta difícil. Dios no nos pide que hagamos algo que no podamos hacer, sino que nos da la gracia y el amor necesarios para cumplir con lo que nos pide. Y con la ayuda de Cristo, podemos hacer todo lo que se nos pida.
Los seguidores de Jesús no necesitan tener miedo, porque Dios está con ellos.