El salmo 22 es uno de los salmos más conocidos de la Biblia. Se cree que fue escrito por el rey David. El salmo describe la angustia y el sufrimiento de alguien que está pasando por un tiempo muy difícil. La persona se siente abandonada por Dios. Está lleno de dolor y sufrimiento. El salmo también describe la esperanza de la persona de que Dios lo ayudará.
Por qué Jesús dijo Dios mío por qué me has abandonado
Mateo 27:46 – Y alrededor de la hora nona Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Jesús estaba sufriendo una muerte terrible en la cruz. Había sido azotado, herido, y ahora estaba cargando la pesada cruz a través de la calle. La gente se burlaba de él, y lo llamaba el «rey de los Judíos». Jesús sabía que iba a morir, y que la muerte en la cruz era una muerte cruel.
En la cruz, Jesús estaba sufriendo el castigo que debía de haber recibido nosotros. Él estaba sufriendo nuestros pecados. Y, cuando Jesús sufrió, Dios lo abandonó. Dios no pudo mirar a su hijo sufriente, y tuvo que apartar su rostro.
Jesús dijo «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» Jesús estaba sufriendo, y sentía que Dios lo había abandonado. Pero aún así, Jesús no dejó de ser fiel a Dios. A pesar de todo el sufrimiento, Jesús continuó confiando en Dios.
Jesús sintió nuestra dolor, y sufrió nuestros pecados. Él murió en nuestro lugar. Y, porque Jesús fue fiel a Dios, nosotros podemos tener una relación con Dios. Jesús nos salvó de nuestros pecados, y nos dio la vida eterna.
Qué dice el Salmo 22 de la Biblia
«El Salmo 22 es uno de los 150 salmos que forman parte del libro de los Salmos, que a su vez es parte de la Biblia hebrea. Este salmo fue escrito por el rey David, y trata el tema de la angustia y el sufrimiento. Se puede dividir en tres partes: la primera es una súplica a Dios en medio del sufrimiento (vv. 1-21); la segunda es una declaración de confianza en Dios (vv. 22-31); y la tercera es una llamada a los demás para que alaben a Dios (vv. 32-45).
En la primera parte del Salmo 22, David ora a Dios en medio de su angustia. Se siente abandonado y solo, y pide que Dios le ayude (vv. 1-11). Luego, David reconoce que el sufrimiento que está experimentando es parte del plan de Dios para su vida, y que él lo ha elegido para esto (vv. 12-21).
En la segunda parte, David dice que confía en Dios, a pesar de su situación. Él sabe que Dios lo ha oído, y que su ayuda está cerca (vv. 22-26). David llama a los demás a confiar en Dios también, y a alabarlo por su fidelidad (vv. 27-31).
En la tercera y última parte, David llama a los demás a alabar a Dios. Él reconoce que Dios es quien le ha ayudado en medio de su angustia, y que Dios es fiel a su palabra (vv. 32-45). Este salmo termina con una declaración de confianza en Dios, y un llamado a los demás para que confíen en él también.»
Por qué me has abandonado salmo
David grita a Dios: “¿Por qué me has abandonado?”. Siente que Dios lo ha dejado solo en medio de sus problemas. David había confiado en Dios, pero ahora se siente abandonado por Él.
Aunque David tenía muchas razones para sentirse así, en realidad Dios no lo había abandonado. Dios siempre está con nosotros, aunque a veces no lo sintamos así.
En medio de nuestras luchas, podemos gritarle a Dios: “¿Por qué me has abandonado?”. A veces sentimos que Dios nos ha dejado solos en nuestras dificultades. Pero podemos confiar en que Dios nunca nos abandonará. Él siempre estará con nosotros, aunque a veces no lo sintamos así.
La Biblia nos enseña que Dios nunca nos abandonará ni nos dejará, pero a veces nos sentimos solos y abandonados porque no vemos Su presencia en nuestras vidas. Podemos orar a Dios y le pedir que nos muestre Su amor y nos llene de Su Espíritu, y Él lo hará. Dios nunca nos abandonará.