Desde el comienzo de la historia, Dios ha establecido un plan para llevar a la humanidad de la maldad a la bondad. Este plan es conocido como el «reino de los cielos». Jesús fue el primero en hablar de este reino, y dijo que era el lugar a donde él iba después de su muerte. El reino de los cielos es un lugar de paz, amor y justicia, donde Dios habita con su pueblo.
Qué significa porque de ellos es el reino de los cielos
«¿Qué significa porque de ellos es el reino de los cielos?»:
Jesús respondió: «Los que son de la verdad escuchan mi voz».
Preguntó Pilato: ¿Qué es la verdad?
Y después de decir esto, salió otra vez a los judíos y les dijo:
Yo no encuentro en él ningún crimen.
Ustedes tienen costumbre de que yo les ponga en libertad a un reo en la Pascua. ¿Quieren, pues, que os ponga en libertad al Rey de los judíos?»
Entonces gritaron otra vez:
¡No, a ése no! ¡Crucifícalo!
Les dijo Pilato:
¿Pues qué mal ha hecho?
Pero ellos gritaban cada vez más:
¡Crucifícalo!
Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que el alboroto aumentaba cada vez más, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo:
Inocente soy yo de la sangre de este hombre. Es asunto vuestro.
Y respondiendo todo el pueblo, dijo:
¡Sea suya la sangre!
Desde entonces Pilato procuraba poner a Jesús en libertad, pero los judíos gritaban:
Si tú lo pones en libertad, no eres amigo nuestro. Cualquiera que se proclama rey se opone a César.
Al oír estas palabras,
Pilato tomó entonces a Jesús
y lo hizo azotar.
Los soldados entretejieron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza, y le echaron sobre los hombros un manto de púrpura;
y, acercándose a él, le decían:
¡Salve, Rey de los judíos!
Y le daban de bofetadas.
Otra vez salió Pilato fuera
y dijo al pueblo:
Miren, se los traigo fuera, para que vean que no encuentro en él ningún crimen.
Jesús, entonces, salió llevando la corona de espinas y el manto de púrpura.
Y Pilato les dijo:
Aquí lo tienen, el hombre.
Cuando lo vieron los pontífices y los guardias, gritaron:
¡Crucifícalo, crucifícalo!
Les dijo Pilato:
Tomadlo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro en él ningún crimen.
Los judíos respondieron:
Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.
Cuando Pilato oyó estas palabras,
tuvo más miedo.
Entró otra vez en el pretorio y dijo a Jesús:
¿De dónde eres tú?
Mas Jesús no le dio respuesta alguna.
Entonces le dijo Pilato:
¿A mí no me hablas?
¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?
Jesús respondió:
No tendrías ninguna autoridad contra mí si no te hubiera sido dada desde arriba; por tanto, el que a ti te ha entregado el mayor pecado tiene.
Desde entonces Pilato procuraba soltarlo, pero los judíos gritaron:
Si a éste sueltas, no eres amigo nuestro. Cualquiera que se proclama rey se opone a César.
Al oír estas palabras,
Pilato tomó entonces a Jesús
y lo hizo azotar.
Los soldados entretejieron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza, y le echaron sobre los hombros un manto de púrpura;
y, acercándose a él, le decían:
¡Salve, Rey de los judíos!
Y le daban de bofetadas.
Otra vez salió Pilato fuera y dijo al pueblo:
Miren, se los traigo fuera, para que vean que no encuentro en él ningún crimen.
Jesús, entonces, salió llevando la corona de espinas y el manto de púrpura.
Y Pilato les dijo:
Aquí lo tienen, el hombre.
Cuando lo vieron los pontífices y los guardias, gritaron:
¡Crucifícalo, crucifícalo!
Les dijo Pilato:
Tomadlo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro en él ningún crimen.
Los judíos respondieron:
Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.
Cuando Pilato oyó estas palabras,
tuvo más miedo.
Entró otra vez en el pretorio y dijo a Jesús:
¿De dónde eres tú?
Mas Jesús no le dio respuesta alguna.
Entonces le dijo Pilato:
¿A mí no me hablas?
¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?
Jesús respondió:
No tendrías ninguna autoridad contra mí si no te hubiera sido dada desde arriba; por tanto, el que a ti te ha entregado el mayor pecado tiene.
Desde entonces Pilato procuraba soltarlo, pero los judíos gritaron:
Si a éste sueltas, no eres amigo nuestro. Cualquiera que se proclama rey se opone a César.
Al oír estas palabras,
Pilato tomó entonces a Jesús
y lo hizo azotar.
Los soldados entretejieron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza, y le echaron sobre los hombros un manto de púrpura;
y, acercándose a él, le decían:
¡Salve, Rey de los judíos!
Y le daban de bofetadas.
Otra vez salió Pilato fuera y dijo al pueblo:
Miren, se los traigo fuera, para que vean que no encuentro en él ningún crimen.
Jesús, entonces, salió llevando la corona de espinas y el manto de púrpura.
Y Pilato les dijo:
Aquí lo tienen, el hombre.
Cuando lo vieron los pontíf
Qué de ellos será el reino de los cielos
¿Qué de ellos será el reino de los cielos?
Matatías era un fariseo y vio que muchos de sus compatriotas
seguían los errados caminos de los saduceos y de los
herodianos. Por eso, se indignó tanto que no pudo callarse.
En un día de sacrificio, en el templo, arremetió contra uno
de ellos: “¡Raza de víboras! —les dijo—. ¿Cómo podéis
escapar al juicio de Gehena? Mirad, pues, que traigo a mi
seno a Zacarías, profeta de la familia de Abrahán.
Vosotros matasteis a este justo porque no os convenía
que viviese, porque su testimonio era contrario al vuestro.
¡Malditos sois vosotros! Porque vosotros mismos cumplisteis
las palabras de Zacarías, profeta, cuando dijo:
‘Así ha dicho Jehová de los ejércitos: “Cerca está el día en
que haré justicia en todo el lugar.”’
”Y todos los habitantes de Jerusalén le mataron a pedradas,
porque no creían en las palabras de Zacarías, y no
entendían las palabras de los profetas que hablaban cada
día, conforme a lo ordenado por los reyes de Judá.
Entonces el rey Ezequías mandó a decir a todo Israel,
desde Dan hasta Beerseba: “Acérquense a Jehová,
porque ha sido grande su indignación contra vosotros.”
Y los israelitas vinieron a Ezequías en masa,
desde Dan hasta Beerseba, y entraron en el templo de Jehová.
Y Ezequías les habló, diciendo: “En cuanto a vuestras
palabras y vuestras oraciones, habéis venido a mí.
Aquí estoy, y Jehová ha oído todas las palabras de los reyes
de Asiria que han enviado para insultar al Dios vivo.
¡Miren! Jehová ha dado orden acerca del asunto, y va a
suceder que el gran rey, Asiria, va a ser entero
consumido. Y Jehová va a herir con una espada a Asiria.
Comerá carne, y con fuego beberá agua, y va a secar sus
fuerzas y su corazón.
Porque el rey dice: ‘Por mi solo he hecho esto, y por
mi misma sabiduría, pues he eliminado los linderos de los
pueblos y he robado sus tesoros, y he derribado como valiente
a los que estaban sentados en ellos.
Y mi mano ha hallado, porque he hecho [esto] como valiente,
y todos los pueblos me han temido, de la misma manera
que temen a mi nombre.
’ ”Pero ahora, ¿qué quiere Jehová, tu Dios, respecto a ti?
’ ”Que te humilles, para que ores a tu Dios, que está delante
de ti, para que se deje de esta grande indignación de Jehová
contra Israel.
”Porque si tú te humillas, entonces Jehová te oirá
respecto a esta palabra que ha oído contra ti, contra todas
las palabras de Senaquerib, rey de Asiria, que [él] ha enviado
para insultar al Dios vivo.
”Y oh Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel,
que estás sentado sobre los querubines!
¡Solo eres el Dios de todos los reinos de la tierra!
¡Tú has hecho los cielos y la tierra!
¡Inclínate, oh Jehová, a oír! ¡Oh Jehová, abre tus ojos para ver!
¡Oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado para
insultar al Dios vivo!
¡Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han asolado
a todas las naciones y sus territorios,
y han echado sus dioses al fuego, porque ellos no eran dioses,
sino obra de manos de hombre, madera y piedra.
Por eso los han destruido.
Ahora, pues, oh Jehová, nuestro Dios, sálvanos de su mano,
para que sepan todos los reinos de la tierra que tú solo,
oh Jehová, eres Dios.”
En aquel tiempo Ezequías sanó a la nación, y los habitantes
de Jerusalén comieron hasta saciarse, y quedaron satisfechos
de lo mucho que les había dado Jehová.
Así fue que Ezequías tuvo mucho poder, y se hizo famoso
hasta los confines de la tierra.
Quién es el reino de los cielos
El reino de los cielos es una realidad espiritual que existe en el interior de cada uno de nosotros. Es un estado de conciencia en el que nos unimos a Dios y nos convertimos en uno con Él. Vivimos en el reino de los cielos cuando estamos en paz, amor y armonía con toda la creación.
El reino de los cielos es un lugar de perfección, de amor y de luz. Es el lugar donde Dios habita, y donde todos los seres son uno. En el reino de los cielos, no hay maldad, envidia, ni odio. Todos los seres viven en armonía y paz.
Para entrar en el reino de los cielos, debemos dejar atrás todos nuestros prejuicios, miedos y ego. Debemos abrir nuestros corazones y dejar que la luz de Dios entre en nosotros. Sólo entonces seremos uno con Él y experimentaremos la verdadera felicidad.
¿Qué quiere decir Mateo 19 14?
Jesús respondió: “No se equivoque nadie. No hay nadie que haya dejado casa, esposa, hermanos, padres o hijos por el reino de los cielos que no reciba muchas veces más en este tiempo y, en la edad venidera, la vida eterna.”
En Mateo 19:14, Jesús está respondiendo a una pregunta que le hicieron los fariseos acerca de si un hombre podía divorciarse de su mujer por cualquier motivo. Jesús respondió que el divorcio estaba permitido si la mujer cometía adulterio, pero que de lo contrario, el divorcio no era permitido.
Jesús prosigue y dice que no hay nadie que haya dejado casa, esposa, hermanos, padres o hijos por el reino de los cielos que no reciba muchas veces más en este tiempo y, en la edad venidera, la vida eterna. Esto quiere decir que, si alguien está dispuesto a dejar todo lo que tiene por seguir a Jesús, Dios le dará mucho más de lo que dejó atrás en este mundo, y también le dará la vida eterna.
Los seres humanos son criaturas espirituales, y el cielo es nuestro hogar verdadero. Vivimos en un mundo de ilusiones, donde el dolor, el sufrimiento y la muerte son inevitables. Pero en el cielo, todo será perfecto. Será un lugar de alegría, amor y paz eternos.