Desde el momento en que leemos la Biblia, vemos la necesidad de un Espíritu Santo. Somos testigos de su obra desde el principio, cuando sopla sobre la tierra en Génesis y luego sobre los profetas. El Espíritu Santo es enviado por Jesús después de su ascensión y derramado sobre los creyentes en el día de Pentecostés. A partir de entonces, el Espíritu Santo habita en todo creyente y es nuestro guía, nuestro consolador y nuestro defensor. Pero, ¿cómo podemos conocer al Espíritu Santo?
Cómo conocer a el Espíritu Santo
El Espíritu Santo es uno de los tres componentes de la Trinidad. Es una deidad coeterna, coequal e inseparable, conocida también como el «Creador». El Espíritu Santo es el » Consolador» y «Maestro Interior». Enseña, guía, intercede y produce frutos en los creyentes. Se le puede conocer personalmente.
La Biblia dice que el Espíritu Santo es «amor» (2 Corintios 5:5). El amor es una de las principales características del Espíritu Santo. Él es paciente, bondadoso y perdonador. El Espíritu Santo también es «verdad» (1 Juan 5:6). Él guía a los creyentes a toda verdad. Él es «sabiduría» (1 Corintios 2:10-11). Él da sabiduría a los creyentes para vivir de acuerdo a los planes de Dios. El Espíritu Santo es «poder» (Hechos 1:8). Él da poder a los creyentes para testificar del evangelio y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
Cómo se puede conocer al Espíritu Santo? La Biblia dice que el Espíritu Santo es «conocido» por sus frutos (Gálatas 5:22-23). Los frutos del Espíritu Santo son amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Los creyentes pueden cultivar estos frutos mediante el estudio de la Palabra de Dios, la oración y el arrepentimiento de los pecados. Los creyentes también pueden pedir el Espíritu Santo mediante la oración (Lucas 11:13).
Qué necesita el ser humano para recibir y conocer el Espíritu Santo
La Biblia dice que todos los seres humanos necesitamos el Espíritu Santo para poder recibir y conocer la verdad. El Espíritu Santo es la garantía de nuestra herencia future (Efesios 1:13-14). Por medio del Espíritu Santo, somos sellados para el día de la redención (Efesios 4:30).
El Espíritu Santo es el que nos da la vida espiritual (Juan 3:6). Por medio del Espíritu Santo, somos hijos de Dios y coherederos con Cristo (Romanos 8:16-17).
Porque el Espíritu Santo habita en nosotros, tenemos poder para vivir como Dios quiere (Gálatas 5:16, 22-23). El Espíritu Santo nos guía a toda verdad (Juan 16:13).
Para recibir el Espíritu Santo, solo necesitamos pedirlo a Dios (Lucas 11:13). Dios siempre está dispuesto a darnos Su Espíritu Santo (Hechos 5:32).
Cómo me puedo comunicar con el Espíritu Santo
El Espíritu Santo es una de las tres personas de la Santísima Trinidad, junto con el Padre y el Hijo. Es el Espíritu de Dios que habita en los creyentes desde el momento en que aceptan a Jesucristo como Salvador.
El Espíritu Santo nos da vida espiritual, nos da sabiduría, nos guía y nos enseña. Nos da el poder de hacer las obras de Dios y nos da los dones espirituales para servir a otros.
La Biblia dice que si queremos comunicarnos con el Espíritu Santo, debemos orar. Debemos también buscar la verdad, amar a los demás y vivir una vida de santidad.
El Espíritu Santo es un regalo de Dios a todos los que lo invitan a venir a ellos. Él nos da vida eterna, nos guía en toda verdad, nos fortalece en nuestras debilidades y nos ayuda a llevar una vida santa. Lo único que necesitamos hacer es pedirle humildemente al Espíritu Santo que venga a nosotros y nos ayude a conocerlo y seguirlo.