Aviva tu Obra en Medio de los Tiempos

Desde el inicio de la creación, Dios ha establecido tiempos y estaciones para todas las cosas. Él tiene un plan eterno para cada una de sus obras, y nada le sucede por casualidad. Aunque a veces nos enfrentamos a dificultades y parece que nuestra obra está siendo obstaculizada, Dios está en control de todo y está obrando conforme a su voluntad. Podemos confiar en que él está avivando su obra en medio de los tiempos, y que él nos llevará a la victoria final.

Qué quiere decir Habacuc 3 2

«Oh SEÑOR, yo he oído tu fama,
y temí.
Oh SEÑOR, aviva tu obra en medio de los tiempos,
en medio de los tiempos házla conocer;
en la ira acuérdate de misericordia.

Dios vendrá de Temán,
y el Santo de Monte Paran.
Selah
[Sus] ojos [ven] las injusticias de los hombres,
y no se compadecen del hombre.

Dios mira desde los cielos,
y ve todos los hijos de los hombres.

El SEÑOR mira al hombre,
para ver si hay inteligencia,
si [hay] entendimiento y conocimiento.

Pero el hombre se ha cansado de maldad,
y [está] como el ternero que acaba de nacer.
¿Reinará el malo para siempre?
¿Será encendido para siempre el incendiario?

El que anda en su maldad,
y aumenta sus rebeliones;
¿no pagará por ello?
Selah

Oh SEÑOR, yo he visto tu fin,
y el fin del Santo está ante ti.
Oh SEÑOR, porque has sido mi esperanza,
[porque] has hecho de los Altísimos tu fortaleza.

El SEÑOR es mi fuerza,
y mi cántico;
y ha sido mi salvación.

La voz del SEÑOR es en medio del fuego,
y su palabra en medio de ardiente el fuego;
[y] la voz del SEÑOR es sobre aguas mansas,
[y] la palabra del SEÑOR es sobre aguas [torrentosas].

El SEÑOR es el [Poderoso] en Sion,
y [su] Rey es exaltado en medio de ella.
Alaben, pueblos, a nuestro Dios;
porque [él] es el que nos da salud,
y nuestra salvación.

El SEÑOR hace que los ojos de [sus] siervos caminen honestamente.
Sus ojos de misericordia [están] sobre los que [le] temen.

Oh SEÑOR, nuestro esperanza,
y nuestro refugio [es] en el día de aflicción.

Porque en [él] [se] conocerá
que hiciste sus compañías,
y que [él] rezará por ti,
porque [es] fuerte.

El SEÑOR nos salvará en [aquel] día,
y nos librará de toda iniquidad.

Hará misericordia con nosotros,
y [nos] guardará como a la niña de sus ojos.

El SEÑOR nuestro escudo,
y nuestro Rey,
[y] nuestro Salvador.

Escucha, pueblo mío, y hablaré;
testificaré a ti, oh Israel, si me escuchas.

No habrá en ti dios ajeno,
ni adorarás a dios extraño.

Yo, el SEÑOR, soy tu Dios;
[y] te he encaminado [por el] camino de la justicia.

Aun en tus días de aflicción,
[yo] te guiaré con mis ojos.

¿No te enojes contra mí,
porque te disciplino?
Al fuego de mi celo se consumirá el enemigo.

¿Por qué te enojas contra mí,
y te rebelas contra mí?
¿Por qué profetizas con tus labios,
siendo rebelde [y] impío?

Ya que ves que yo soy contra ti,
¿por qué te castigas a ti mismo
para que peques contra mí?

Porque tú eres el que primero
volvió atrás,
por eso te castigaré a ti mismo.

Selah

Por tanto, haz conforme a tu conducta,
a tus malas obras;
porque te has irritado contra mí,
y [por eso] pecas.

Así sabrás que yo mismo traeré mi palabra sobre ti,
y te disciplinaré en medio de las naciones.

Porque yo, como te he hecho,
así te haré otra vez,
y te sacudiré hasta quedar limpio.

Así serás blanco en mi mano,
y serás limpio, aunque te parezcas negrura.

Y los que te enviaron,
te invitarán a gritar;
y te verán [como] su figura.

Porque yo mismo traeré mi palabra sobre ti,
y te libraré,
[porque] te llamaré por mi nombre.

Oh Dios de Jacob,
que redimes.

Selah

Oh SEÑOR,
[tú] eres [mi] brazo;
y [tú] eres mi fuerza, en quien confío.

Él abrirá ante mí sus ojos,
y oiré sus palabras.

Arrasará a los asnos monteses,
y los toros;
abatirá sus cuernos y quemará sus carros.

¡Yo te tomaré para mí,
y haré de ti mi enemigo!

Te castigaré,
y te trataré con toda mi grandeza.

Te enviaré delante de ti un pueblo,
y te arrojará fuera de tus puertas;
y pondrá trampas en medio de ti.

Tú, oh SEÑOR, te apartarás en [el] día de tu enojo.
El enemigo destruirá a Israel,
y pasará por nuestras puertas,
y exaltará a sí mismo su poder.

Donde dice aviva tu obra en medio de los tiempos

El versículo que dice «¿Dónde está el Dios de tu salud?» (Aviva tu obra en medio de los tiempos; como hiciste en el principio) se encuentra en Habacuc 3:2. Este versículo viene después de una profecía de calamidad y destrucción, y el profeta Habacuc parece estar pidiendo a Dios que intervenga.

En el contexto, el versículo 2 se refiere a la destrucción de Jerusalén y el templo, que se llevará a cabo por los babilonios. Habacuc pide a Dios que actúe como lo hizo en el pasado, cuando liberó a su pueblo de Egipto. Dios respondió a la oración de Habacuc y envió a su ángel para proteger a los israelitas de la destrucción.

Este versículo es una llamada a la fe, especialmente en momentos de dificultad. Debemos recordar que Dios está en control y que puede hacer lo mismo por nosotros si le pedimos que intervenga.

Donde dice en la Biblia aviva el fuego

El fuego es mencionado muchas veces en la Biblia, y está claro que es un símbolo importante para Dios. En algunos pasajes, el fuego se menciona como una forma de castigo, como en el caso de Sodoma y Gomorra (Génesis 19:24). En otros pasajes, el fuego es descrito como una forma de purificación, como en el caso de Elías en el Monte Carmelo (1 Reyes 18:38).

Pero en cuanto a la pregunta de dónde dice en la Biblia que Dios aviva el fuego, hay varios pasajes que podrían ser citados. En el Salmo 104:4, la Biblia dice: «Alienta el fuego, y él aviva el carbón.» También en 1 Timoteo 5:20, Pablo instruye a Timoteo que: «Reprende a los que contienden, y aviva el espíritu, no sea que se apague el fuego del Señor.»

Así, en varios pasajes de la Biblia se hace referencia a que Dios es quien aviva el fuego. Esto es una referencia a su poder y a su majestad, y también a su capacidad para purificar y castigar.

La Biblia enseña que Dios quiere que sus hijos sean fieles en todo, y especialmente en el trabajo. Dios nos da el trabajo para hacer, y él es el que nos da la capacidad de hacerlo. Por lo tanto, debemos trabajar duro y con diligencia, para honrar a Dios en todo lo que hacemos.

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